Hace unos meses, publicamos un artículo titulado ¿Qué es la pedalera o pedalier? En aquél, explicaba que eran los pedales de un órgano y para qué servían. Lo que no dije es la función musical que desempeñaban y por qué era útil tocarlos.
En este nuevo artículo voy a hablar de los efectos musicales que podemos tener con un teclado que se toca con los pies: La Pedalera.
Ya sabemos, que en la mayoría de los órganos de mueble, sobre todo si son litúrgicos, se dispone de un teclado —pedalier— para ser tocado con los pies. La mayoría constan de 30 o 32 pedales que son bifónicos, para poder tocar un sonido con cada pie. Si el órgano no es litúrgico y es de mueble con caja de ritmos y sonidos de todo tipo, —tipo órgano Hammond— pueden tener una octava de pedales e incluso dos. Estos pedales suelen ser monofónicos. Tanto en unos como en otros, no tenemos dinámica —sensibilidad—. La función musical básica se centra en los bajos —notas graves que dan el soporte musical a cualquier obra musical—. Disponer de las manos y los pies, hace que podamos tocar más voces independientes.
Después de esta pequeña introducción, voy a hablar de uno de los elementos aplicable a un teclado:
La Pedalera Portátil.
El mundo de los instrumentos electrónicos: pianos, teclados y órganos, evoluciona constantemente. Las fábricas están siempre innovando, en lo que se refiere a: la calidad del sonido, la incorporación de nuevos recursos y mejora del toque de los teclados, —peso, dinámica, after touch, etc.— elementos que hacen que la ejecución del interprete, gane en expresión y los sonidos electrónicos sean cada vez más reales, sobre todo en directo.
Precisamente las pedaleras del siglo XXI han mejorado y hoy las tenemos: sensitivas, multitímbricas y polifónicas. Eso nos permite tener un teclado para los pies con muchas más posibilidades. Las pedaleras podemos conectarlas a un teclado o a un piano por vía MIDI o USB. Normalmente suelen tener 13 pedales —de Do a Do— o 17 pedales —de Do a Mi—. También existen de 2 octavas. Aunque pueda parecer que una octava de pedales es limitado, sabiéndolos usar, es un recurso insustituible.
El uso musical de la pedalera.
1- Bajos: es el uso musical básico. Toda música tiene un bajo, —nota que manda en la armonía y que da el soporte fundamental a la densidad sonora—, tanto si tocamos música clásica o un rock and roll.
Normalmente cualquier acorde tiene su nota fundamental —el bajo—. Hay que decir que en música popular —rock, pop, swing, etc.— se puede acompañar con el bajo fundamental y su quinta; es el principio básico de cualquier fórmula rítmica en lo que al bajo se refiere y, aunque la ejecución con el pie no es tan versátil ni tan rápida como con las manos, esto nos da la oportunidad de tener más recursos y poder tener más independencia para tocar diferentes sonidos; melodías con la mano derecha, armonías y contrapuntos, con otros sonidos, con la mano izquierda y con el pie, los bajos e incluso otros timbres, simultáneamente. Evidentemente, si contamos con un teclado workstation los acompañamientos automáticos poseen una línea de dibujos musicales para los bajos que en ocasiones no se pueden ejecutar con los pies. Lo que ocurre que los automáticos nos pueden limitar musicalmente, a pesar de tener muchas posibilidades músico- armónicas. Los arreglos automáticos reconocen cualquier inversión del acorde y el propio teclado ejecuta el bajo fundamental que corresponde e incluso podemos programarlos para que identifique la nota más grave independientemente de la inversión. Tocar físicamente los bajos nos va a dar más expresión e independencia musical. La ejecución es menos rápida que con las manos por eso en ocasiones los bajos los ejecutaremos en el teclado. Para los bajos, se ponen sonidos —voice— de la sección bass o se puede emplear también, cualquier sonido grave. Al poder utilizar las pedaleras de manera multitímbrica, podemos sumar sonidos afinados de percusión como los timbales de orquesta.
2- Efectos musicales: en ocasiones podemos emplearla para tocar pad de percusión —platillos, caja, castañuela etc.— o efectos sonoros —lluvia, truenos, viento o cualquier otro efecto de sintetizador—.
3- Control de modificaciones de funciones: en teclados de gama alta podemos utilizar la pedalera para modificar acordes y arreglos automáticos —fingered, finger bass etc.— a tiempo real, mientras tocamos.
Espero que después de leer estos pequeños apuntes sobre la pedalera portátil, los teclistas que no se han animado a tocar con los pedales, prueben y aprovechen lo que nos brindan estos curiosos teclados para nuestros pies.
Begoña Andiano
En el pasado artículo dimos unas nociones básicas del manejo de un teclado para conseguir tenerlo preparado y poder tocar.
Hoy vamos a hablar de los pedales que se pueden conectar a un teclado. Éstos harán que tengamos más control del instrumento y podamos sacar todo el potencial musical.
Normalmente todos los teclados disponen de salidas (out) y entradas (in) en la parte trasera y suelen servir para conectar otros aparatos electrónicos, poder amplificar el teclado, o incluso conectar el teléfono móvil al teclado y escucharlo por los altavoces. También tenemos entradas para conectar los pedales. Precisamente de este tema vamos a hablar, de los desconocidos pedales.
Espero que este pequeño resumen de los pedales que se pueden conectar a un teclado, haya sido de utilidad y animo a los teclistas a tocar con sus manos y con sus pies.
Begoña Andiano
Cuando uno ve tocar a un organista o a un teclista, raramente se fija en que aparte de mover sus manos, en ocasiones, también está moviendo sus pies.
Este artículo va a hacer referencia a la gran desconocida: La pedalera o pédalier en francés.
La pedalera o pedalero, es un teclado que se toca con los pies. Este complemento empezó a incorporarse alrededor del siglo XIII en los órganos de tubos, para poder tener más registros graves, poderlos ejecutar con los pies, tener más posibilidades con las manos y así poder tocar más voces. A lo largo de la historia, ha sufrido transformaciones constantes. Las primeras pedaleras tenían pocas notas y en ocasiones eran con un diseño diferente a las pedaleras que conocemos hoy. Estas se llamaban contras.
Las pedaleras de los órganos litúrgicos se colocaban en función de la cantidad de tubos que tuvieran y lo grande que fuesen los instrumentos.
En el siglo XX con toda la evolución tecnológica hemos pasado a tener muchos formatos de órganos y teclados.
A principios del siglo, aparte de evolucionar y mejorar los órganos de tubos, surgieron los órganos electrómagnéticos de la mano de Laurens Hammond donde en el diseño de la consola con dos teclados, se incorporaba también una pedalera.
La pedalera nos permite tener muchas más posibilidades a diferencia de tocar sólo con las manos. En ocasiones vemos órganos que poseen varios teclados (dos, tres, cuatro…). A esto siempre le sumamos un teclado extra para nuestros pies, con el cual tocamos los graves de la música.
Cuando hablamos de pedales nos podemos referir a: pedalera del órgano, a las pedaleras multiefectos, a otros pedales que se incorporan en los órganos para cambiar de registros , pedal de sustain, shift, pedal de expresión etc.
Las pedaleras de hoy en día son de muchas maneras.
Para los órganos litúrgicos suelen ser palos largos de madera con treinta o treinta y dos pedales (dos octavas y media). Pueden ser rectas, cóncavas y radiales.
Para los teclados, son portátiles y no van incorporadas al mueble como suele ser habitual en los órganos litúrgicos. Tienen trece pedales o diecisiete. Las que se incorporan a los órganos Hammond, son de dos octavas. Van conectadas por un puerto MIDI o USB y lo más interesante es que son sensitivas y polifónicas (las de los órganos litúrgicos electrónicos o de tubos, son bifónicas para tocar un sonido con cada pie y no son sensitivas).
Con todas ellas tenemos muchos más recursos para poder ejecutar a tiempo real muchos timbres; bien sea con la función de tocar el bajo (que suele ser la habitual), o tocar los pad de percusión, efectos especiales y muchos sonidos a la vez.
Nosotros, en la academia Musicales Andiano, llevamos muchos años haciendo que el estudio del órgano y del teclado, permita a los alumnos en poco tiempo poder emplear las manos y los pies.
Nuestros estudios de órgano y teclado están organizados de manera que en el segundo o tercer curso puedan hacer uso de la pedalera.
La formación musical es muy amplia y, si bien, empiezan a tocar música moderna y popular, con el paso del tiempo tocan música clásica y aprenden a acompañar música litúrgica.
Por supuesto que en nuestro vocabulario, enseguida es familiar la palabra pedalera o pedalier.
Cuando preparamos los conciertos de la academia, intentamos que el público vea y se fije en las manos y en los pies de nuestros teclistas, que llevan mucha ejecución y movimiento. Es por eso que, cuando estamos en cualquier actuación, parece que lo que hacemos es magia. ¿Cómo es posible que una sola persona toque tantas cosas a la vez (melodías con violines, una trompeta solista, los timbales que redoblan, el bajo que retumba y un efecto de tormenta que nos recrea la banda sonora)? Pues efectivamente, la pedalera y el buen hacer del que toca ha sido el motivo.
Desde Musicales Andiano animamos a todas las personas que quieren tocar un teclado, que lo hagan con las manos y con los pies.