19 Abr 2024

El lunes pasado, entró un señor por la puerta de la academia, lo pasé a la oficina y discretamente me preguntó: 
— ¿Ustedes pueden enseñarme a tocar algún instrumento? Lo digo, porque soy un poco mayor. Sabe que pasa: que la ilusión de toda mi vida, ha sido la de tocar el piano. Siempre me ha encantado la música pero he dicho: ¡a mis años, adónde voy! 
Lo curioso del caso, es que el otro día fue mi cumpleaños y entre todos mis hijos me han regalado un teclado, porque saben la ilusión que me hace. El caso es que he abierto la caja, lo he colocado encima del soporte, lo he enchufado y he visto las posibilidades que tiene. He tocado un poco "Muñequita linda",  con la mano derecha y de oído. Después he pensado que debería de aprender para, por lo menos, tocar con las dos manos.
—Si le digo la verdad, me daba un poco de pudor ir a una academia con todo niños y gente joven con la cabeza muy despejada.


Cuando acabó de hablar, con una sonrisa le conteste:

—Ha sido muy decidido. Nunca es tarde si la dicha es buena. Para aprender no hay edad y el haber elegido tocar un instrumento le va a ser muy beneficioso y gratificante. Dese cuenta que tocar un instrumento hace que cerebralmente trabajemos muchos campos neurológicos y lo más importante que disfrutemos haciendo música. Además, como me imagino que será muy melómano, el saber de música le vendrá muy bien para disfrutarla mejor y cuando vaya a algún concierto sacará más partido del acontecimiento.
Realmente sus hijos han elegido bien, regalándole un teclado. 
Para iniciarse en la música a su edad y siendo que además su instrumento preferido es el piano, el teclado nos va a permitir empezar paulatinamente con las dos manos y así en un futuro no muy lejano tocar piezas como la famosa "Para Elisa".
Nosotros llevamos 40 años enseñando música y le puedo decir que en todos estos años hemos tenido a adultos que sin pretender mucho (tocar en su casa y pasárselo bien) han acabado tocando en algún concierto; acompañando algún coro en la iglesia; o haciendo música en la fiesta de Nochevieja.
El teclado nos permite tener muchos recursos. Podemos poner muchos sonidos: pianos, violines, metales, percusiones y hasta efectos de sonido de lluvia o de viento. Por otro lado tenemos los acompañamientos que nos van a enriquecer las melodías cuando pongamos los acordes en la mano izquierda.


El señor me seguía escuchando atentamente y en un momento determinado me preguntó:
— ¿Tengo que aprender solfeo? Es que me parece muy difícil y si hay que cantar, no canto ni en la ducha. Además he visto que las partituras son muy pequeñas y mi vista ya no es lo que era.


Yo me apresuré a explicarle.
—No se apure, aquí ponemos solución para todo. Las partituras las ponemos con pentagramas grandes como cuando uno empezaba a leer las cartillas en el colegio. Al principio son partituras facilitadas donde encontrará la melodía en el pentagrama y la mano izquierda marcada con el cifrado americano. Más adelante empezaremos con algo de lenguaje musical y un poco de piano clásico. El primer día que venga a clase, se marchará a su casa tocando una melodía con las dos manos. No se preocupe porque también le explicaremos los botones que tiene que tocar para que el teclado le suene a música celestial y para que no se pierda en el teclado, le daremos unas guías, que al principio vienen muy bien para saber dónde poner los dedos. 


Yo veía que se estaba emocionando y me dijo:
—Me parece que me voy a apuntar. Me encantaría que estas Navidades fuera capaz de tocar un villancico, cuando estamos toda la familia reunida.


Ya ha pasado una semana y nuestro novel alumno ha tocado el Himno a la alegría y Kumbaya. Está feliz y todos los días saca un rato para practicar.

Sabemos los beneficios de tocar un instrumento en edad adulta y estamos contentos de que en todos estos años, la mayoría de los adultos que vinieron un periodo importante a aprender, siguen tocando; nos compran nuevos teclados para estar a la última y no se pierden nuestros conciertos.
Por eso: "Nunca es tarde si la dicha es buena".

Begoña Andiano

19 Abr 2024

Hoy, festividad de Santa Cecilia, queríamos dedicarle un artículo a nuestra patrona para contar un poco de su historia y por qué se declaró patrona de la música y de los músicos.

Hay quienes cuestionan el hallazgo a finales del s. XVI del cuerpo incorrupto de la mártir romana Santa Cecilia (s. III?), que Stefano Maderno dice en una inscripción haber visto tal como la esculpió, indicando con sus dedos “1” y “3”, la creencia católica en la Santísima Trinidad, tres personas en un solo Dios.

También está envuelto en misterio la asociación de esta mártir romana en particular con la música, que tan popular fue que el Papa Gregorio XIII le declaró Patrona de la música y de los músicos en 1584. Algunos piensan que se relaciona a Santa Cecilia con la música porque se dice que cuando se casó por deseo de su padre (a pesar de haber decidido ofrecerse al Señor), mientras los músicos tocaban, la joven mártir cantaba a Dios en su corazón.

La santa le reveló a su esposo pagano Valeriano que ella podía ver a su ángel custodio, quien se ofendería si él no respetara su virginidad y a quien vería si creía en el verdadero Dios y se bautizaba, lo cual hizo. Tanto Valeriano como su hermano fueron martirizados tras convertirse a la fe cristiana. Santa Cecilia ayudó a muchas otras personas a convertirse también, y por eso le condenaron a morir sofocada en su casa por los gases de un horno. Terminaron su martirio decapitándola.

Según estudios históricos sobre Santa Cecilia, existen diferentes razones por la que se le hizo patrona de la música. En su libro “Santa Cecilia ¿Patrona de la Música y de los Músicos?”, el profesor Pérez Parazzo comenta dos razones posibles:

 “El hecho más probable para que se le relacione con la música es, porque desde muy joven y de acuerdo con las costumbres y tradiciones de las familias patricias romanas, Cecilia debió iniciarse y tocar algún instrumento musical, probablemente la lira, la cítara o algún tipo de arpa de las utilizadas por las damas de la sociedad romana. 

“[… Además,] El texto del Acta dice: ‘Candéntibus órganis Cæcilia Dómino decantábat dicens…’ o lo que es igual: ‘Mientras estaba el horno al rojo vivo, Cecilia cantaba al Señor diciendo…’ El copista de la época en que se realizó la trascripción debió traducir la palabra Órgano –que para la época de Cecilia, siglo III, significaba: especie de fuelle, herramienta o utensilio para hacer insuflar algo-, por el neologismo que nombra al instrumento musical actual que derivó del Hydraulis utilizado por los romanos para animar incluso, las festividades del circo romano.”

 A lo largo de la historia la imagen de Santa Cecilia se ha visto reflejada en muchas obras de arte tanto de pintura como de escultura así como la dedicación de iglesias en su nombre.

Una de las más representativas se encuentra en el barrio del Trastévere de Roma, donde se edificó la Basílica de Santa Cecilia en el siglo V. Allí actualmente se encuentra la famosa estatua de tamaño natural del escultor Maderna, que muestra a la Santa como si estuviera dormida, recostada del lado derecho.

 

19 Abr 2024

 “Música sinfónica, sin sinfónica”: título sugerente para explicar cómo, gracias a los instrumentos electrónicos, los teclados, sintetizadores, samplers etc., los organistas, pianistas y teclistas podemos tocar en directo música sinfónica en “petit comité” (cuatro o cinco músicos) y disfrutar interpretando el legado musical de los grandes compositores pudiendo poner nuestra expresión, nuestra alma, en estas obras que, si no fuera así, no tendríamos la posibilidad y el privilegio de tocar.

Ya sabemos, que con un piano y nuestros diez dedos, podemos ejecutar una reducción (tocar más o menos todas las melodías y armonías importantes) de cualquier música sinfónica; bien sea clásica, o bandas sonoras, pero… ¡no es lo mismo! Sentir los diferentes timbres o sonidos, con el que el compositor ha compuesto la obra, nos hace vivir otras emociones musicales mucho más amplias; por otro lado, hay que pensar que los músicos que tocamos “las teclas” no solemos tocar también: un violín, el violonchelo, el oboe, el trombón de varas, la trompeta, los timbales y el largo etcétera que componen los instrumentos de una sinfónica y encima hacer que suenen a la vez.

En la vida cotidiana, escuchamos música y la mayoría de las veces no nos percatamos cómo y con qué está tocada, simplemente disfrutamos de ella. En muchas ocasiones no se hace con instrumentos sinfónicos acústicos; se emplean los teclados y una amplia lista de aparatos que hace que todo suene de maravilla. Por ejemplo: la banda sonora de un videojuego. Hay que decir que todo se produce en un estudio con ayuda de la informática etc. y no en directo. Por supuesto, nunca es comparable a una orquesta con ochenta o cien músicos y un director.

En mi humilde experiencia, puedo decir que lo que se disfruta haciendo música sinfónica con todo el abanico de teclados electrónicos de tan diversas formas que hoy día tenemos, ¡no tiene precio!

Por eso, en los conciertos de la academia, los teclistas lo pasamos tan bien haciendo música sinfónica, viviendo intensamente todo el sonido y la fuerza de tanto color musical; sobre todo, aquellos que hacemos con la música de nuestras bandas sonoras preferidas.

Como ejemplo, he aquí este vídeo de” Throne Room & End Title” (Star Wars) del gran John Williams interpretado por: Víctor Ballestín, Ana Belén Blázquez,  Jorge Ochoa y una servidora. Disfruten como nosotros lo hacemos.

Begoña Andiano.

19 Abr 2024

Este vídeo es un breve resumen de la actividad musical de la academia, donde los alumnos muestran sus progresos año tras año en los conciertos.

19 Abr 2024

Durante este curso, celebraremos nuestro 40 aniversario con conciertos y audiciones especiales para la ocasión.

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