Estamos en 2022 y, como cada 15 de abril, Musicales Andiano, ha cumplido años.

Me gusta hacer siempre un recordatorio, en estas fechas señaladas y, cuando me he dispuesto a escribir, me he dado cuenta que este año, nuestro cumpleaños era capicúa —44—. Los que nos dedicamos a la música, el concepto numérico lo asumimos de forma diferente a otras personas y yo he pensado que tal vez esta particularidad signifique algo especial.

A lo largo de la historia, la simbología numérica, ha servido de inspiración, justificación y pretexto a  muchos compositores que se han apoyado en los números  para escribir música y desarrollar sus sentimientos e ideas. Tenemos muchos  ejemplos y por nombrar alguno cito el de  la simbología numérica en las composiciones de Juan Sebastian  Bach o el desarrollo de la música serial y el dodecafonismo iniciado por Arnold  Schönberg.

No sé si estos dos cuatros, nos pueden llevar  a ver un destino musical fantástico, diferente y novedoso, con todas las personas que comparten la música con nosotros; sobre todo y principalmente los alumnos de la academia, pero sabemos que con o sin influencia numérica, vamos a continuar haciendo lo que más nos gusta y nos llena la vida: La Música.

Recordar todo lo bueno vivido en estos años, es mucho. Podría enumerar 44 cosas relevantes en la historia de Musicales Andiano, pero seguro que me quedaría corta.

 Me acuerdo de tantos conciertos y audiciones, tantos alumnos que han dejado huella en la academia, los profesores, las personas que sin ser músicos activos, han colaborado en los momentos importantes de Musicales Andiano; me refiero a los padres, las familias, amigos y clientes que han estado en torno a esta familia en la Música que nació hace 44 años.

Gracias a todos por esta fidelidad y confianza de estos 44 años llenos de felicidad musical.

Me acuerdo de ese sábado 15 de Abril de 1978 junto a mis hermanas, esperando la fiesta de inauguración. Veo a Guillermo Andiano y Carmen Abad —mis padres— con todas las ilusiones puestas en la música. Los números nos marcan el  tiempo, mi madre hacía entonces 44 años, los números nos marcan los compases vividos a ritmo de la vida.

Esperamos poder seguir midiendo compases otros 44 años más.

¡Gracias y viva la música!

Begoña Andiano